Es una mezcla de sonidos encontrados durante viajes. Es el transcurso de registro de la lluvia de tres años, en una serie de instalaciones con recipientes de cristal, metal y madera, grabados desde tres ventanas diferentes en las casas donde viví. Es el sonido al interior de la tierra, con un par de percusiones de pies y manos en un Cenote; y con La Bestia que recorre las vías al pie de una montaña en el Desierto. Es también un instrumento / transporte / recurso; piezas de agua, retratos de jardín, cacería de truenos y mecánicas.
Esta pieza forma parte del tríptico “Las oblicuidades transparentes”, ejercicio de (re)imaginación basado en la conmemoración de 100 años del dadaísmo.
Locaciones: Estación Catorce, San Luis Potosí; Cenote, Quintana Roo; Jardines en Ciudad de México con instalaciones para contenedores de lluvia.