Autor: Omar Fraire

Debemos abandonar la idea de instalar a un ciudadano estadounidense en la
presidencia mexicana, ya que eso solo nos llevaría, una vez más, a la guerra. La
solución requiere más tiempo: debemos abrir las puertas de nuestras universidades a
los jóvenes mexicanos ambiciosos y hacer el esfuerzo de educarlos en el estilo de vida
estadounidense, en nuestros valores y en el respeto por el liderazgo de los Estados
Unidos. México necesitará administradores competentes y, con el tiempo, estos
jóvenes ocuparán puestos importantes y eventualmente tomarán posesión de la
presidencia. Y sin que Estados Unidos tenga que gastar un solo centavo o disparar un
solo tiro, harán lo que queramos, y lo harán mejor y más radicalmente de lo que
nosotros mismos habríamos hecho.
México es un país extraordinariamente fácil de dominar, ya que es necesario controlar
a un solo hombre.

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